domingo, 19 de octubre de 2008

AUMENTA EL "HAMBRE ESTACIONAL" CON EL CAMBIO CLIMÁTICO EN LOS PAÍSES CON MÁS DESNUTRICIÓN.

El trastorno en las lluvias afecta a la productividad de los cultivos
Aumenta en 75 millones el número de hambrientos en el planeta
Se precisan 3.000 millones para salvar a 19 millones de desnutridos



La crisis alimentaria mundial es el resultado de un cúmulo de circunstancias en cuya base se encuentra la especulación sobre los precios, pero está siendo agudizada por los trastornos que está causando el cambio climático y por la producción de biocombustibles. Ambos factores agravan el 'hambre estacional' que cada año se produce en amplias zonas del planeta.
Sequías imprevistas, inundaciones desastrosas y el cambio en el régimen de lluvias están afectando en mayor medida a los pequeños agricultores y, en general, a millones de familias que viven de los recursos naturales.

En total, los datos oficiales de Naciones Unidas hablan de que, desde hace un año, ha aumentado en 75 millones el número de hambrientos del planeta, alcanzando la cifra de 923 millones, entre los que la mayoría son niños, ancianos y enfermos.

Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que hoy se conmemora, la Organización Mundial de la Alimentación (FAO) ha lanzado un informe que alerta de los riesgos que suponen el cambio climático y los biocombustibles para millones de familias que viven en la pobreza. Son fenómenos que determinan tanto la dificultad de acceder a la comida y al agua potable, como la expansión de enfermedades relacionadas con el calentamiento global. Sus efectos, según auguran, serán más visibles en cinco años si no se toman medidas.

Desde la ONG Acción contra el Hambre, su director general, Olivié Longué, reconocía que, junto al impacto de los 'agrocarburantes', como prefiere llamar a los biocombustibles, ha sido la pura especulación la responsable del 40% de la subida de precios de los alimentos, al tratar al trigo o el maíz como otra materia prima.

"Lo cierto es que en 2007-2008 la producción mundial ha aumentado un 2%, lo que es una cosecha récord. Otra cosa es que la distribución no sea la adecuada. Y el problema es que la crisis la sufren más los pequeños agricultores. De hecho, el 60% de los niños desnutridos son hijos de agricultores", recuerda Longué.

La cifra más preocupante es la de los 19 millones de niños que sufren malnutrición severa aguda, una fase de la enfermedad del hambre que puede ser mortal. De ellos, cinco millones morirán si no se les suministra un remedio. Los supervivientes puede que sufran déficits psíquicos y físicos toda su vida.

Desde ACH, sin embargo, destacan que "con 3.000 millones de euros se daría cobertura nutricional a los 19 millones", es decir, 300 veces menos que el plan de rescate financiaron de la Unión Europea. Ese dinero incluiría el diagnóstico, el tratamiento e incluso proyectos de acción social, para formación en nutrición de las familias.

La organización, que apoya a 4,2 millones de personas víctimas de la malnutrición, acaba de producir y presentar el documental '854', rodado en el Sahel y dirigido por David Muñoz, como parte de su campaña 'End Malnutrición' (El fin de la malnutrición'). Gabriel Villarrubia, técnico de la ONG en Angola, ha sido testigo de los efectos del cambio en el clima sobre el terreno: "He comprobado en el Sahel africano llueve menos, pero en Angola el problema está en que las lluvias no llegan cuando deben. Llueve en septiembre, se siembra, y luego deja de llover, con lo que el maíz se pierde o se produce muy poco. Por ello sería interesante que cambiaran a otros cultivos más flexibles y ello requiere formación y recursos", explicaba ayer.

En ACH, de hecho, han puesto en marcha al sur del Sáhara un sistema de vigilancia por GPS para los nómadas tuaregs, que de este modo pueden saber dónde están los pastos y el agua para llevar a su ganado.

Segunda revolución verde
Como indican los informes de la FAO, Longué también defiende la necesidad de una "segunda revolución verde" en la que se mejore el rendimiento de las semillas, sin necesidad de transgénicos (en las que hay que pagar una patente y no se reutilizan), haya una formación agrícola que potencie la tracción animal (frente al trabajo manual) y en los cultivos sean más nutritivos.

En Bruselas,
Ayuda en Acción ha pedido un tratamiento específico para el sector agrícola de los países en desarrollo, frente a unos acuerdos comerciales en la Unión Europea que constituyen una amenaza más que una ayuda.

Lara Hurtado, coordinadora en Guatemala de la organización, ha hecho hincapié en el papel de los agrocombustibles en la crisis de precios de los alimentos. "Sólo en la UE, en 2007 se utilizaban 2,85 millones de hectáreas a estos agrocombustibles", ha afirmado con motivo del Día Mundial.

Entre los ecologistas, Amigos de la Tierra denuncia que el objetivo marcado por la UE de introducir un 10% de agrocombustibles en transporte para el año 2020 ha motivado una "enorme especulación en los mercados" y ha reiterado la necesidad de que en el ámbito comunitario "se deje de alentar una industria tan perjudicial con sus objetivos obligatorios".

Según Greenpeace como resultado de una combinación de factores (como el aumento de temperaturas, pérdida de tierras cultivables, escasez de agua, condiciones meteorológicas extremas, enfermedades vegetales o aumento de plagas), la producción alimentaria china caerá un 23% en 2050 con respecto a los niveles de 2000; una situación que también se dará en muchos otros países.
Esta organización pide a los gobiernos el incremento de las inversiones públicas en investigación y desarrollo de modelos de producción 'agroecológicos', suspender las ayudas a los transgénicos y una prohibición de las patentes sobre semillas.

sábado, 4 de octubre de 2008

EL CASQUETE HELADO DEL OCÉANO ÁRTICO REGISTRA LA MAYOR PÉRDIDA DE VOLUMEN DE LA HISTORIA.

El pasado mes de septiembre alcanzó el segundo récord de deshielo
Los científicos confirman la tendencia negativa continuada desde hace 30 años

La extensión del hielo tras el verano de 2008. La línea rosada marca la media de los últimos 30 años. (Foto: NSIDC)
Actualizado viernes 03/10/2008 13:49 (
CET)

MADRID.- Se había bajado la guardia por el hecho de que no había habido récord. La fusión del hielo marino en el océano Ártico este verano no fue tan intenso como esperado y no llegó a superar el considerable deshielo de 2007. Sin embargo, el volumen perdido este año en el polo norte es, probablemente, el mayor desde que se tienen registros. Así lo han advertido los científicos del Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve (NSIDC) de EEUU en un comunicado.

Los expertos emplean distintos criterios a la hora de valorar la fusión del hielo. Lo habitual, desde que comenzaron los registros por satélite hace casi tres décadas, es que se refieran a la superficie helada que queda tras la temporada de fusión, que finaliza a mediados de septiembre, cuando nuevamente comienza el frío y con él la expansión del hielo. Esta superficie es comparada con la superficie media durante el mismo mes a lo largo de las últimas décadas.

El mayor retroceso de extensión helada se produjo el año pasado, en 2007; un récord histórico que dejó al océano Ártico con 4,28 millones de kilómetros cuadrados a mediados de septiembre. Este verano se batió el segundo récord, con 4,67 millones de kilómetros cuadrados de superficie helada en el mismo mes.

Otros criterios de valoración

Pero también existen otros parámetros importantes a la hora de valorar la magnitud del deshielo: la velocidad, por un lado, y el volumen de pérdida, que se traduce en el grosor del hielo que queda.

Así visto, este año 2008 ha sido especialmente inquietante para los investigadores. Si agosto registró la mayor velocidad conocida de fusión, la extensión de hielo que ha quedado después del verano representa, según los datos preliminares, el menor volumen de la historia de la observación por satélite.

Estos dos hechos están relacionados.
El efecto dominó en el deshielo es imparable y amplificador. Cuanto más hielo se funde, más se acelera el proceso y más volumen se pierde. El motivo es que la capa helada contiene cada vez más hielo joven (delgado y frágil), que con la llegada del calor se derrite con mayor facilidad.


Esto es lo que lleva ocurriendo tres décadas y lo que se acentuó especialmente entre 2007 y este año 2008. Tras la enorme pérdida de superficie helada en el verano de 2007, el hielo recuperado -que fue, por cierto, más cantidad de lo acostumbrado- ha sido en gran parte hielo recién cuajado, o joven, por lo que el pasado agosto se fundió a una velocidad récord.

Según Mark Serreze, experto del NSIDC, los datos de este año no hacen más que confirmar la tendencia negativa en la extensión helada del océano Ártico, y aunque no se haya superado el récord de 2007, el mínimo de este año está un 34% por debajo de la media de septiembre entre 1979 y 2000.

De hecho, los registros de 2008 están tan alejados de la media que la tendencia negativa, calculada hasta ahora por el NSIDC en un 10,7% por década, ha sido rebajado al 11,7% por década.

"Se ha creído que había una cierta recuperación con respecto al año pasado. Pero no ha habido ninguna recuperación", dijo Serreze.

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/10/03/ciencia/1223018560.html